Tener un propósito
Vamos a realizar algo para luego preguntarnos, “¿Por qué estoy haciendo esto?”. No tener un propósito definido al llevar a cabo una tarea es una de las principales razones por la que procrastinamos y no cumplimos nuestros objetivos.
Por lo general tenemos una motivación para llevar a cabo una acción, no actuamos por actuar sin siquiera haber concebido que íbamos a hacer. Sin embargo, la motivación puede desvanecerse rápidamente, aún más si no tenemos un camino de realización previamente definido. Se vuelve fácil perder el ánimo ante los problemas, el cansancio, las dudas y la incertidumbre. Incluso llegamos a pensar que el sacrificio no vale la pena los beneficios a obtener.
Tienes que tener mucho cuidado si no sabes a dónde te diriges, porque podrías no llegar ahí.
No tener un propósito es como caminar a ciegas con la esperanza de que las cosas simplemente sucedan. Procurar un propósito en lo que hacemos pueda ser como la luz y la oscuridad en el éxito que consigamos.
La mayoría de las veces cuando logramos terminar una tarea recibimos cierto sentido de satisfacción por acabar o conseguir aquello por lo que estábamos trabajando. Esto suele darnos la energía que necesitamos para seguir con más o la comodidad de detenernos para hacer otras cosas que quizás sean de nuestro interés.
Encontrar un propósito
El mundo le abre paso al hombre que sabe a dónde se dirige. – Ralph Waldo Emerson
Cuando llevemos a cabo una tarea algunas de las preguntas que me han ayudado a encontrar el propósito que necesito y por ende la motivación para hacerlo han sido las siguientes:
- ¿Qué es lo que tengo que hacer?
- ¿Por qué lo voy a hacer?
- ¿Cuál es el objetivo?
- ¿Qué beneficios voy a recibir al hacerlo?
Estás preguntas suelen darme el impulso necesario para levantarme y comenzar con la tarea a realizar. También son las que me ayudan a no desistir una vez me encuentro con los problemas y las dificultades.
Puede que aún las preguntas anteriores no proporcionen del incentivo necesario para completar una tarea, lo que suele suceder cuando son responsabilidades impuestas sobre nosotros, las cuales tenemos que completar así sea que no nos agrade hacerlas. En estos casos buscar aprende algo de la tarea o tratar de hacerlo de una forma diferente de como usualmente la hacemos puede hacer la experiencia más amena y proporcionarnos de motivación para realizarla.
La principal razón por la que no culminamos un proyecto, una tarea o alguna actividad a realizar, casi siempre es falta de motivación, propósito y un plan de acción para completarlas.
Establece altas tus metas, y no te detengas hasta que estés ahí. – Bo Jackson
A medida que establezcamos nuestras metas y llevemos a cabo nuestros objetivos con propósito, estaremos en la capacidad de conseguir cada vez más.